(Salvador Dali. El Puente Roto y el Sueño. 1945)
La definición de la palabra transición es clara. La Real Academia de la lengua
española la define como:
1. Acción y efecto de pasar de un modo de ser o estar a
otro distinto.
Me gustaría analizar cada uno
de estos puntos para poder hablar sobre este “espacio en el tiempo” el cual
requiere de una emocionalidad neutra para poder convivir en él y no arrancarse
los pelos de la cabeza o ulcerase en el proceso.
El primer numeral dice que es
tanto una acción como un efecto. Así que hay una acción y una RE acción al
respecto cuando existe un cambio. Creo que la transición es el limbo entre esa
decisión de actuar y la reacción esperada. Aquí se refleja un cambio implícito
siendo la transición todo lo que conlleva a llegar a ese cambio. Una especie de
“purgatorio emocional” donde quedamos suspendidos en un aire denso mezclado en
una dualidad de incertidumbre y certeza.
El segundo numeral ya pone
dicho cambio implícito en materia de tiempo. Se refiere como un paso “mas o
menos rápido”. Además de no poder definir con exactitud qué significa “mas o
menos rápido”, se utiliza la palabra “prueba,” lo cual significa que alguien o
algo (quizás nosotros mismos) nos estamos evaluando en este espacio-tiempo
llamado transición. No hay peor juez que nosotros mismos cuando nuestra
emocionalidad no esta en sus 5 sentidos. Alguien que no esté emocionalmente
adaptado para dicho cambio o dicha prueba, puede llegar a pasar un rato amargo.
Algunas transiciones son
planeadas o al menos son esperadas. Algunas de ellas, nos toman de sorpresa y
es necesario estar preparado. Yo les puedo decir que no existe una preparación estandarizada
para recibir un periodo de transición.
Nunca se estará completamente preparado para un cambio. Los cambios son
inciertos ya que forman parte del futuro. El hecho y ganas de cambiar pueden
formar parte del presente pero el cambio como tal, solo se vera de manera
prospectiva. Así que como todo lo que implica el futuro, no deberíamos
pre-ocuparnos por el.
Al estar en un periodo de transición,
es clave y primordial aceptarlo como el AHORA que estamos viviendo y tratar de
aceptarlo. Es normal que algunos ajustes a nuestra emocionalidad deberán
realizarse pero este es el punto que si podemos tener subrayado en cuanto a
preparación previa se refiere. Podemos entrenar para recibir dichos cambios
sabiendo que cuando estemos en esta latencia o nebulosa que para algunos es sinónimo
de transición, estaremos tranquilos, respirando profundo y afrontando el ahora
de la mejor manera posible.
Aquí quiero aclarar que no
importa si estamos ya en alguna transición o solo la estamos contemplando,
nuestro entorno y las personas que estarán en nuestro circulo cercano, deberán
ser parte de la comprensión de nuestro momento y colaborar con lo que sea
necesario para que dicha latencia sea lo mas productiva posible. Personas que
se dedican a bloquear o limitar o a incomodar este periodo, deberían ser
notificadas de una manera asertiva para que se hagan a un lado ya que podrían
interrumpir ese estado de fluidez que estamos tratando de lograr. El “cómo”
hacerlo ya depende de cada quien.
El tercer numeral ya incluye
el factor sorpresa al utilizar las palabras “cambio repentino”. Puede ser de
tono o expresión pero como lo mencioné anteriormente, es algo inesperado que nos
toma por sorpresa. El cambio puede que sea inesperado, y por eso es que puede
llegar a ser tan difícil de aceptar. Pero de nuevo, debemos estar siempre
preparados para los cambios ya que están a la orden del día en nuestra vida, querámoslos
o no.
Los cambios requieren de
mucho esfuerzo. Algunas veces no caemos en cuenta que los necesitamos o nos
parece fácil cambiar ya que dicho deseo viene paralelo a nuestro modus
operandi. Querer cambiar es una cosa, decidir tomar acción para cambiar es
otra, lograr cambiar es aun otra más; y finalmente, mantenerse en el tiempo en
el nuevo estado post cambio es quizás la mas difícil y la ultima etapa de dicho
proceso.
Caer en cuenta que estamos en
un periodo de transición es el primer paso para salir de dicha nebulosa.
Aceptar que miramos para varios lados sin saber para donde caminar, tratar de
prender la luz en un cuarto oscuro donde no sabemos si hay o no interruptor,
nadar en medio del agua sin saber el rumbo, son metáforas que pueden aclarar
este periodo que para algunos tiene una connotación inapropiada.
Pero la transición no solo es
negativa. Para los que aceptan dicho periodo como un periodo de análisis y
planeamiento, puede ser un espacio-tiempo deseado y aceptado. Eso si, el entorno
debe ser adecuado para ver dicho periodo con tranquilidad y con seguridad
emocional. Algunas personas buscan dichos periodos de latencia para poder tener
un respiro de la cotidianidad y poder analizar las acciones que se tomaran en
el futuro inmediato. Muchas personas abrazan estos periodos como necesarios
para poder llevar a cabo la planeación estratégica de sus vidas.
Cómo lo hacen? Pues algunos
se encierran, otros viajan, otros se alejan, y otros simplemente son lo
suficientemente inteligentes emocionalmente para no necesitar frenar su vida en
curso para poder lograr en paralelo una sensación de latencia y así poder
organizar y planear su siguiente paso en la vida. A ell@s, mis más sinceras
felicitaciones.
Por eso los invito a pensar: cuándo fue la ultima vez que se sintieron en un periodo de transición? Fué positivo
o negativo? Realizaron retroalimentación (feedback) después de superar este
periodo de espacio-tiempo? Qué conclusiones sacaron? Cómo fue el resultado
obtenido: benéfico o no? Para el próximo periodo de latencia o transición
(porque seguro llegará), qué medidas tomarán para que emocionalmente sea mas aceptable?
Cada uno traza la línea de su
vida. Estar preparado para todo es imposible, pero para algunos, tener las
herramientas conscientes o subconscientes, hacen de los retos aun más
llevaderos.
Un feliz fin de semana y
resto de semana para tod@s.
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